miércoles, 26 de octubre de 2011

Algo sobre velatorios

El otro día estuve en el velatorio de un familiar y he descubierto que la muerte, no es triste. ¡En absoluto! Se pasa muy bien. Sólo con saber que el único sitio dónde te sirven una copa "after hour" en Las Palmas es en el Tanatorio de San Miguel.

Los acontecimientos son de lo más surrealista. Para empezar el fallecido que se encontraba en la sala continua a la de mi tío era un tal Juan Palmé. El cachondeo ya comenzó con un: "Juan Palmé palmó en Las Palmas". Desconozco su lugar de procedencia pero si fuera de La Palma: "Juan Palmé, oriundo de La Palma, palmó ayer en Las Palmas" y si además falleció durante el visionado de un programa erótico o porno, su esquela podría quedar: "Juan Palmé oriundo de La Palma palmó muy empalmado en Las Palmas" y podríamos continuar con un largo trabalenguas.

Hay velatorios, como este, no son nada dramáticos. Incluso uno está a gusto dentro del sitio, hablando, mirando los panfletos de consejos para que se te pase lo antes posible el duelo, publicidad de psicólogos, flores y más flores y hasta una propaganda de un telepizza. En este el hijo del fallecido tranquilamente jugaba con su Ipad, estaba recién comprado. Hablo de una persona de treinta y tantos largos. Según me dijo le parecía que hacía magia. Igual consigue resucitar al cadáver.

En estos esperpentos las nuevas tecnologías añaden un toque musical durante los momentos de dolor. Escuchar la que viene por defecto en el Nokia: tiro riro tiro riro tirorio riii es de lo más común. Además polifónica, porque suenan varios móviles al mismo tiempo: tiro riro tiro riro tirorio riii. Hasta escuché "La danza de los Enanos de La Palma", que es la que tiene mi madre en su móvil. También "La Rama" grabada en directo en la fiesta y tocada por la Banda de Agaete y es que esto que a los móviles se le pueda poner la música que uno quiera da que pensar. Si querían un velatorio tradicional pues lo tuvieron musicalmente hablando. Un día de estos podría sonar en un velatorio la melodía de cabecera del programa "Sálvame" en el preciso instante en el que alguien se acercara a la caja para presentar sus respetos al fallecido. O cuando se acerque la viuda la de Alaska: "Mi novio es un zombie, es un muerto viviente..."o por último el "I will Survive" de Gloria Gaynor.

viernes, 7 de octubre de 2011

La anécdota del día.

Hoy la conserje del rectorado entra enfadada y me dice: "El ordenador está más lento que un desfile de cojos". Amablemente le indico que lo reinicie y que si sigue igual ponga la incidencia. ¡Qué siga con el protocolo de actuación! ¡Todo el mundo igual, primero al informático y luego a soporte! ¡Coño!
A los 10 minutos me llama y yo me había olvidado ya del tema. Hablaba con una voz muy tímida: "Oye que siento lo de la frase..." "¿Qué frase?" Le pregunto. "Si... lo del desfile de cojos... Tú sabes que mi padre también tiene una pierna menos y no lo dije con mala intención.." Pues a todo esto, no se me ocurre otra cosa que soltarle un "Yo también, a veces, meto la pata." Se quedó unos segundos callada y terminó con un "¡Bueno, adiós!" y colgó. Yo tampoco lo hice con mala intención, pero salió así.

miércoles, 6 de julio de 2011

Pink Floyd y el muro


El lunes comencé a trabajar de nuevo en la Sede. El muro se ha levantado otra vez. Curiosa señora, desde hace tiempo la llamo Pink Floyd, que cada vez que llego a trabajar pone un parapeto de archivadores para no verme. Quizás no merecería la pena escribir sobre esto pero siendo una situación que ocurre ya desde hace dos años, creo que la cosa tiene chicha. Puede que a partir de ahora se haga famosa y termine en los círculos de discusión de Telecinco.
Los pondré en situación. Siempre fue una señora problemática para el resto. Su hábito de tener la puerta cerrada y pensar que dónde trabaja es su feudo, donde felizmente reina, hasta la he visto que ha llegado a encararse con compañeros por dejarse la puerta abierta. Limpia, Meticulosa, obsesiva con su orden. Recuerdo en una ocasión que levantó el muro terminando su jornada, que colocó los archivadores en su estantería y después de puestos los contó dos veces. Dejó de hablar con su compañera de la tarde porque la hija que ese día la acompañó osó dejar un palito de chupachup en su papelera. ¿Sorprendidos? Pues como dicen los católicos, amén.
Mi enemistad con ella o mejor dicho su enemistad conmigo, surgió por desayunar en mi mesa, en mi ubicación, ¡En mi sitio, coño! Me lo dijo un director con el que tengo más roce que otros y por teléfono: "Me da vergüenza comentarte esto pero es que me dijo que no soporta verte comer en el despacho y que le da asco".
En otras ocasiones he comido con otras personas, en sitios públicos y nunca había tenido ese problema. Pensándolo mejor, pudiera ser que sí. Ahora viendo a mi niño comer, a esa edad yo podría haber levantado bastantes susceptibilidades con la cuchara y el Danonino. ¡Cómo se pone su cara, su pelo, la ropa y los alrededores!
¿Le da asco mi forma de comer? Pero si no dejo migas, ni nada, ni me mancho comiendo. Supongo que en su mente necesitada de medicación me verá peludo, azul y con una boca gigantesca atiborrándome a galletas. ¡Galletaaaaaaaaas!

lunes, 20 de junio de 2011

Estoy ADO

Estoy malhumorado, frustrado.
acongojado y desamparado.
Y viendo la tele, hasta indignado.
Amado, estudiado y siento que algo ha fallado.
Vilipendiado, torturado y ensoñado.
También acalorado porque yendo al trabajo
se me ha roto el aire acondicionado.