lunes, 10 de marzo de 2014

Asalto a Wall Street

No dejen de ver la peli "Asalto a Wall Street". La sinopsis es muy simple, un ciudadano de Nueva York lo pierde todo en la crisis de 2008 y decide vengarse de banqueros y brókers.

Realmente, mala, tirando a pésima. Lo peor, los primeros lentos tres cuartos de hora dedicados en su totalidad a ver cómo sufre el muchacho quedándose sin seguro médico, novia por suicidio, dinero y casa; mientras que sus amigos, actores enteramente empanados, Edward Furlong, Michael Paré se dedican en una cafetería al consuelo mediante almuerzos, cafés y chistes malos diciéndole lo buena persona que es y que todo saldrá adelante. Pero a punto de apagar e irme a dormir, empieza a llegar lo mejor. Primero un abogado chulo y desagradable con pelo a lo Andy Warhol y gafapasta que no mueve un papel si no hay pasta de por medio. Y luego, ver al protagonista, el hermanísimo de Prison Break, Dominic Purcell, el empanado mayor del reino, da igual si hubiera sido otro; de francotirador, entrando con dos "pipas" en las oficinas de una empresa, lanzando granadas y cargándose sin piedad a brókers y banqueros, es un sueño que hemos tenido muchos.  Sí, lo confieso, yo también.

La imaginación sádica me puede en algunos asuntos y disfruté la ejecución múltiple de aquellas cucarachas económicas. Sólo salva a un bróker que tenía mujer e hijos y a las secretarias, para demostrar que el héroe tenía conciencia.

Durante el visionado, imaginé a Botín, Rato, González y demás bichos controladores de la economía delante de una Glock empuñada por el protagonista y reventando sus cabezas en plan The Punisher. Cuando le contaba a mi padre en un asadero, de qué iba también esbozó una leve sonrisa. Pero como diría el amigo de Mafalda (feliz cumpleaños guapetona), Felipito al disparar a una paloma posada en un árbol con el dedo "¡Que sabia es la naturaleza, si se muriera me me daría algo!"

Feliz Lunes.

lunes, 3 de marzo de 2014

El Santander de carnavales

El Santander funciona con el culo. Pensé poner algo más suave como el titular pero me niego. Desde que  Banesto se integró en el Santander he tenido multitud de problemas y si no fuera por la hipoteca que tengo, ya les hubiese mandado a tomar por dónde cargan los camiones. Comisiones mal cobradas, duplicadas, etc.. Y cada vez que ocurre algo de eso, viajito va, viajito viene para arreglar sus meteduras de pata.

La última, día del Señor (Botín) 3 de marzo de 2014.

Tengo una orden de transferencia periódica y automática a mi ex. Me la repitieron "by the Face", error informático que está muy de moda decirlo así. Al igual que errores informáticos son estornudar, quemarse el café, ascensor trabado, Rajoy gobernando este país, etc... Pero esto no es el tema a tratar.

Me planté en la sucursal más cercana. Después de esperar casi 30 minutos para que abrieran, los "currantes" de este banco en Gran Canaria tenían horario Carnavalero de 9 a 12:30, e intento resolver en entuerto. Hablo con una tal Ana y me comenta que ella no lo puede hacer porque mi cuenta está en la sucursal de la calle Triana. Muy amable y eficiente, todo hay que decirlo, me dice que se pondrá en contacto con la otra sucursal para resolver el problema y manda un...

¡UN FAX!
¡UN FAAAX!
¡UN FAAAAAAAAX!
¡UN FAAAAAAAAAAAAAAAAAAAX!
¡BEEEP, BEEEP, BEEEP BEEEREPEPEPEPBEEEP!

Se escucha a lo lejos, baudio va, baudio viene. Y mientras mis movimientos viajan por la línea analógica indicando que echen para atrás el fallo que ellos han cometido, me pregunto: ¿He regresado a los años 70?  ¿Cómo es posible que estando en la era de la comunicación 2.0, 3.0 o 4.0 o qué se yo,  no puedan arreglar algo tan sencillo como echar para atrás una transferencia mal realizada desde distintas sucursales y tengan que mandar un...

¡UN FAX!
¡UN FAAAAAAX!
¡UN FAAAAAAAAAAAX!
¡UN FAAAAAAAAAAAAAAAAAX!
¡BEEEP, BEEEP, BEEEP BEEEREPEPEPEPBEEEP! ?

Todavía me pareció ver al Sr. Alcántara entrando por la sucursal, quitándose el sombrero, aferrándolo a su pecho con las dos manos y con gesto tímido, pedir la venia a la directora de la sucursal, para consultar sus movimientos, mientras que ella comprueba los diarios y los balances con una calculadora mecánica marca Olivetti.

A la administrativa que me atiende le pido sellado el fax enviado junto al certificado de llegada. Lo hace pero con fecha 63 de marzo de 2014. Yo no se si puse tal cara de mala uva que me repitió el documento y con una parsimonia de dedo tembloroso se aseguró de poner el fechador en su día correcto.

Durante la mañana, yo en el trabajo, llamé a la sucursal de Triana para verificar lo que me temí desde el primer momento. Decían no haber recibido nada, ni saber de qué estaba hablando. Pongo voz de cabreo le digo al tipo que me atiende que pregunte a sus compañeros y después de esperar unos 10 a 12 minutos al teléfono, me dice... ¡Ah sí, lo tengo delante, está aquí el fax y en quince minutos lo tiene vd. arreglado!  Una hora después vuelvo a llamar porque consultando en el móvil todavía no habían resuelto el tema ya no había nadie o no lo quisieron coger eran las 12:30.

¡Carnaval, Carnavaaaaaaal!

He llegado a casa y lo he intentado arreglar llamando al 902... Pues ahora  a esperar a que me devuelvan lo que han transferido por error, no se cuánto tiempo. Mosqueo creciente puesto el tipo de atención al ciente me dijo que en un par de horas y a mi pregunta de ¿Pero seguro que estará arreglado hoy? Se queda titubeando e intenta cambiar de tema.

Y mañana fiesta. 

¡Carnaval, Carnavaaaaaaal!
¡Carnaval, Te quierooooooooo!
¡La la ra laralará!
¡En el muuudo enterooooooo!

17:09 Todavía no me han devuelto los 300 euros.


Actualización:

19:22 Solucionado. Parece que es mejor que te atiendan pagando un 902 que ir personalmente a las sucursales. ¡En fin! ¡Carnaval, Carnavaaaaaaal!