Sonaba
el taconeo.
Pasos rítmicos
por el
pavimento de
la avenida de la playa de Las
Canteras. Esos
mismos que
hacen girar
la cabeza
a los
hombres. Siempre
por aquella
avenida.
Gozaba
sintiéndose
falsamente
acompañada por
los transeúntes
en sus
idas y
venidas. Algunos
haciendo deporte.
Camareros
atendiendo a
sus clientes
en las
terrazas. Algún
mantero vendiendo
artesanía
africana.
Niños y
jóvenes jugando
al fútbol
en la
arena.
La
claridad del
día no
había
desaparecido del
todo y
aún así
las farolas
se habían
encendido. Además
del olor
a humedad
del ambiente,
la playa
tenía otros
muy
característicos:
A sal,
pescado y
marisco,
cafeterías
y perritos
calientes, a
helado de
vainilla y
chocolate,
barquillo y
galletas rosadas,
bronceador y
cremas.
Las
baldosas no
estaban secas
y todavía
habían charcos.
La lluvia
de diciembre
había aparecido
unas horas
antes de
salir del
trabajo. Aquel
reciente
calabobos hacía
que los
siempre eternos
veinticuatro
grados de
temperatura
parecieran unos
dieciocho o
veinte; que
si bien
para un
peninsular podría
ser hasta
caluroso para
ella era
el límite
de lo
que se
podía soportar.
Aceleró el
paso y
así consiguió
entrar en
calor.
Juani
ya no
quería ser
encantadora.
Hacía tiempo
que había
pasado la
edad en
que las
letras de
las canciones
románticas
pierden su
sentido y
ya no
apetece
escucharlas en
un rincón.
Era una
mujer alta.
Melena castaña
hasta los
hombros. Cuello
de cisne.
Ojos marrones
que hacía
tiempo habían
perdido su
brillo y
estaban algo
más hundidos.
Labios finos
y boca
ancha, nariz
estrecha al
igual que
sus hombros.
Pechos pequeños
y cintura
estrecha. Sus
caderas mostraban
que tiempo
atrás había
sido madre.
Cierta celulitis
aumentaba el
volumen de
sus muslos
pero sin
llegar a
exagerarlos y
su barriga
no era
grande, se
sentía orgullosa
por ello.
Hizo
unas compras
en un
supermercado que
le quedaba
de camino.
Algo de
embutido, fruta,
unos cartones
de leche
y tabaco.
Llegó a
su viejo
portal. El
portón de
madera biselado
y con
pomo dorado
desgastado por
las manos
y el
sol. El
edificio era
de finales
de los
cincuenta. Dejó
las bolsas
en el
suelo y
abrió con
el llavín.
Volvió a
cogerlas y
entró dentro
del portal
empujando con
su hombro
para tener
más fuerza
que el
hidráulico de
la puerta. Se
apartó y
se cerró
rápida tras
ella.
Su
vivienda estaba
en un
tercer piso
de La
Naval. Subió
con paso
lento. La
compra la
dejó en
el poyo
de la
cocina. Suspiró
de alivio.
Buscó un
paquete de
galletas de
chocolate. Lo
abrió y
mordió una.
De espaldas
a la
puerta y
mientras la
saboreaba escuchó
como Jorge
también entraba
en la cocina.
Desaliñado y
atufando a
sudor. Envuelto
en su
albornoz de
rayas rojas
y negras.
Llevaba días
sin afeitarse.
Juani
estaba harta
de los
carraspeos,
flemas y
continuos
catarros. Además,
cada vez
que pensaba
en el
tiempo que
hacía que
no trabajaba,
el paro
ya duraba
unos tres
años y
pico, comenzaba
a ponerse
nerviosa. A
veces sentía
asco de
su marido.
Aquella sensación
era molesta.
La basca
era intensa
y se
juntaba con
las náuseas
pero desaparecía
en un
momento y
otra vez
lo volvía
a querer
como siempre.
Su
marido Jorge
era incapaz
de dejar
el vicio.
La intensa
peste a
cigarros la
incomodaba. Aquel
hedor impregnaba
cada viejo
rincón del
piso. Lo
hubiera mandado
ya al
carajo si
no fuera
por la
felicidad que
mostraba de
su niña
adorada.
- ¡Bueno! No tenía por qué ser todo perfecto.Pensaba Juani culpándose por ser poco cariñosa y volvía a estar tranquila conformándose con el pedacito de felicidad que le había tocado en esta vida.
En
la cocina,
Jorge se
sentó en
uno de
los taburetes.
Cruzó las
piernas y
al abrirse
la bata
dejó ver
sus rodillas
velludas. Tenía
alguna cicatriz,
viejas pústulas
ya curadas
que formadas
por mala
circulación
habían
estropeado las
piernas de
aquel hombre.
Además sus
pantorrillas eran
un conjunto
de varices
que formaban
casi un
cuadro de
rayas modernista
en piel
y morado.
Encendió un
pitillo, curioseó
en las
bolsas y
preguntó:
- ¿Me trajiste los cigarros? No los veo.
Juani
cabeceó y
dejo caer
tres paquetes
de Camel
en la
mesa de
mala gana.
- ¿Qué tal el día? ¿Qué compraste?
Buscaba
conversación.
Pero la
inapetencia por
hablar iba
en aumento
al ver
fumar otra
vez a
su consorte.
- ¡Psss! lo de siempre.
Respondió
sin ganas.
Cocinó una
tortilla con
trozos de
jamón cocido
y sin
sal y
se lo
puso a
su marido
en la
mesa.
- ¿Quieres una cerveza?
Ofreció
Juani.
- Sí.
Dijo
Jorge y
el silencio
volvió a
la mesa
aunque la
inevitable tos
y algún
carraspeo lo
interrumpía de
vez en
cuando. Rebañando
el plato
habló Jorge
nuevamente:
- Dejé a la niña que se quedara en casa de la abuela.
- Lo supuse, ¿Cómo está Sofía?
- Con algún achaque, pero mamá está bien. Estaremos solos ¿Te apetece esta noche hacer algo especial? Podríamos...
- Estoy cansada. Otro día.
Lo
cortó tajante.
- Hace tiempo que no estamos...
Con
voz cariñosa
puso su
mano derecha
en el
pecho izquierdo
a la
vez que
la izquierda
intentaba colarse
en su
falda, intentó
besarla. Sin
afeitar y
con la
boca de
grasa de
la cena,
le volvió
la sensación
de asco
a Juani.
- ¡Quita, no estoy de humor! ¡hueles mal! ¡Déjame, coño!
Y
lo apartó
con un
empujón.
Jorge
se levantó
cabizbajo y
se marchó.
Puso la
tele y
se quedó
con la
mirada perdida
haciendo que
escuchaba la
charla sin
sustancia de
los periodistas
de la
tele intentando
arreglar el país.
Sintió
alivio al
quedarse sola.
Fregó los
platos y
limpió los
restos de
la cena.
Una vez
la cocina
recogida, salió
y vio
a Jorge
echado en
el sofá
del salón.
- ¡Otro cigarro!
Le
recriminó y
caminó al
cuarto de
la niña
y sentada
delante del
ordenador. Entró
en facebook
y miró
que tenía
una nueva
solicitud de
amistad.
“Ana
García Puente
Quiere ser
tu amiga.”
- ¿Quién será esta?
Pensó
extrañada y
aceptó su
petición.
Consultando la
lista de
amigos, leyó
que tenía
varios en
común y
le mandó
un mensaje:
- Hola, ¿Qué tal Ana?
Miró
algunos
comentarios
guasones en
el “Muro”.
Un vídeo
en Flash
de un
grupo musical
viejo. Felicitó
por el
cumpleaños a
un conocido
y se
puso a
jugar con
un videojuego
insertado en
la web.
Sobre
las doce
de la
noche se
fue a
la cama.
Su marido
roncaba. Con
la poca
luz que
provenía de
la calle
vio en
la mesilla
de noche
de su
compañero el
cenicero lleno
de colillas
y el
tapete manchado
de ceniza
que cubría
el cristal.
Lo cogió
con mala
gana y
lo llevó
a la
cocina donde
lo vació
en la
basura.
Regresó a
la habitación
y se
tumbó acurrucada
procurando dejar
distancia para
no rozarse
con él.
Intentó dormir.
Una hora
más tarde
y después
de numerosas
vueltas regresó
al ordenador.
Leyó achinando
los ojos,
la pantalla
la deslumbraba,
la respuesta:
- Hola, me ha dicho una amiga en común que estás teniendo problemas y que te puedo ayudar. En ocasiones te sientes cansada y triste por un problema que tienes en casa.
Juani
vio en
el chat
que Ana
estaba en
línea y
le preguntó:
- Hola, ¿Quién te ha dicho eso?
- Clara me comentó que estabas pasando por un mal momento.
- ¿Clara te lo dijo? Cuando la pille...
- Es una amiga que te quiere mucho. Y me pidió ayuda especial para ti porque ella sabe que soy vidente. Me contó que tenías problemas.
- Pues sí, de hace tiempo. Mi marido no encuentra trabajo. Estoy cansada de la situación. No deja de fumar. ¿Cómo haces? ¿Echas las cartas? ¿Tarot?
- No, eso de las cartas no funciona. Realizo videncia concentrándome. Es otra técnica y contesto por mi blog. Ahí tienes la dirección: http://anpue.bplot.cm.lk Me tienes que dar tu fecha de nacimiento. Con eso y mirando tus fotos logro concentrarme y ver el futuro de esa persona. A veces no funciona pero en ocasiones está muy claro.
- Nací el treinta de agosto del sesenta y ocho. Me gustaría que me dijeras como me va a ir en lo económico y en lo personal. No me están yendo bien con mi marido. A ver si tengo algo negativo que me está influenciando. ¿Cuánto cobras?
- No cobro por eso. No estaría bien. Veré lo que puedo hacer. Mira mi blog mañana. ¿Cómo que estás levantada a estas horas?
- No podía dormir, pero me ha entrado sueño.
- Pues vete a dormir. Ya es tarde y te sentará bien.
- Sí eso haré. Hasta mañana. Me ha gustado conocerte.
- Lo mismo digo. Hasta mañana.
Apagó
la pantalla
y se
acostó. Se
quedó dormida
en la
cama de
su hija
y con
una sensación
de tranquilidad
que hacía
tiempo que
no sentía.
Pensó que
había encontrado
una buena
amiga.
Al
día siguiente
no tendría
que levantarse
temprano y
Eva se
quedaría con
Sofía. Serían
las diez
y media
de la
mañana cuando
despertó. Lo
primero que
vio fue
la pantalla
del ordenador
y sin
pensarlo lo
encendió. Abrió
el navegador
de Internet
y fue
al blog
de Ana:
“Lunes
10
de
agosto
de
2009.
Este
fin
de
semana
he
estado
de
trabajo
hasta
el
moño.
Me
llamaron
unos
amigos.
Que
había
una
casa
en
Teror
en
la
que
se
escuchaban
voces.
Nada
más
entrar
tuve
varios
escalofríos
y
sentí
que
algo
no
iba
bien.
Me
contaron
que
en
esa
casa
había
un
anciano
que
abandonaron
sus
hijos
y
falleció
en
la
cama.
Por
lo
visto
fue
en
la
década
de
los
cincuenta
y
hasta
ahora
la
casa
ha
cambiado
de
dueño
sin
parar.
Todos
los
que
han
habitado
han
dicho
lo
mismo,
ruidos,
voces
extrañas,
malestar
y
nerviosismo.”
“Miércoles
12
de
agosto
de
2009.
Realicé
un
ritual
purificador
que
me
enseñó
la
abuela
de
una
amiga.
Quemé
pelo
de
cabra
untado
con
manteca
de
cerdo,
en
un
bol
de
cerámica
indígena
que
conseguí
en
Chile
y
añadí
unas
gotas
de
café.
Este
ritual,
los
antiguos
druidas,
realizaban
uno
muy
parecido
para
echar
a
los
malos
espíritus
que
acechaban
las
noches
en
la
tribu.
Por
supuesto,
ellos
no
usaban
café
sino
otros
cereales.
El
café
es
más
fuerte
que
los
cereales
y fue
traído posteriormente.
Todo
este
ritual
lo
hice
el
viernes
para
el
sábado.
La
noche
del
sábado
al
domingo
desaparecieron
las
voces.
Esta
noche
volveré
a
quedar
en
la
casa
a
ver
si
todo
ha
ido
bien.
Si
no
repetiré
el
ritual
o
cambiaré
a
otro.
Bueno
chicos.
Nos
vemos
en
la
siguiente
entrada.”
Estaba
fascinada por
los comentarios
de Ana.
Aquella mujer,
algo misteriosa,
se había
convertido en
una especie
de heroína
para ella.
Por su
perfil de
Facebook,
decía que
tenía poderes
mágicos. Conocía
rituales.
Escribía en
Internet. Llena
de aventuras.
Había estado
en otros
países. Continuó
leyendo su
web.
“Miércoles
21
de
octubre
de
2009
Esta
noche
he
tenido
un
sueño.
Mataba
una
rata
a
golpes
en
mi
casa.
La
golpeaba
con
algo
en
la
cabeza
pero
no
moría.
Ella
sabía
que
yo
la
estaba
matando
y
aceptaba
de
buen
grado
su
destino.
Me
miraba
con
pena
porque
no
acertaba
a
darle
el
golpe
de
gracia.
Y
sus
ojos,
azules,
me
pedían
que
fuera
rápida
en
mi
labor.
Por
más
que
me
esforzaba
seguía
sin
poderla
matar
y
la
rata
se
acurrucaba
en
posición
fetal
en
una
esquina
de
la
habitación
esperando,
esperando
y
esperando.
Creo
que
alguna
desgracia
ocurrirá
en
breve.”
Había
multitud de
entradas además
de algunos
agradecimientos.
“Gracias
Ana,
acertaste
en
todo.
Además
hice
el
ritual
que
me
indicaste
y
al
niño
se
le
ha
ido
la
gripe
y
los
vómitos
tan
fuertes
que
tenía.
Otra
vez
muchas
gracias.
Besos.”
Algunos
consejos
astrológicos
para una
consulta:
“Martes,
7
de
septiembre
de
2010
Para
mi
amigo
Sagitario
del
67
Hola;
Como sagitario te encanta la aventura. Sientes pasión por el aire libre y la naturaleza. Disfrutas con el viento en la cara, la velocidad y el riesgo controlado. Deseas cambios en tu vida para conquistar situaciones siempre distintas y vivirlas con alegría. Tiendes hacia un conformismo confortable; adaptado, asimilas las buenas maneras, te conformas a las costumbres establecidas, eres partidario de la legalidad, del orden y las convenciones sociales. Además eres una persona abierta, eufórica, que se sabe mover, recto, leal, caballeroso, amante del prestigio y la honorabilidad. A veces te comportas como un inadaptado que quiere romper las ataduras. En efecto, según lo que he visto, hay alguien que está hablando mal de ti y posiblemente esté lanzando malas energías en contra tuya. ¿Has tenido discusiones en tu trabajo? O ¿Con alguien que dice ser tu amigo pero realmente desconfías de él o ella? Más bien creo que es él. Por otra parte veo que debes guardarte de algo relacionado con una herramienta porque alguien cercano a ti se podría dañar y ese daño sería irreparable. Así que ten cuidado. Un beso; Ana “
Como sagitario te encanta la aventura. Sientes pasión por el aire libre y la naturaleza. Disfrutas con el viento en la cara, la velocidad y el riesgo controlado. Deseas cambios en tu vida para conquistar situaciones siempre distintas y vivirlas con alegría. Tiendes hacia un conformismo confortable; adaptado, asimilas las buenas maneras, te conformas a las costumbres establecidas, eres partidario de la legalidad, del orden y las convenciones sociales. Además eres una persona abierta, eufórica, que se sabe mover, recto, leal, caballeroso, amante del prestigio y la honorabilidad. A veces te comportas como un inadaptado que quiere romper las ataduras. En efecto, según lo que he visto, hay alguien que está hablando mal de ti y posiblemente esté lanzando malas energías en contra tuya. ¿Has tenido discusiones en tu trabajo? O ¿Con alguien que dice ser tu amigo pero realmente desconfías de él o ella? Más bien creo que es él. Por otra parte veo que debes guardarte de algo relacionado con una herramienta porque alguien cercano a ti se podría dañar y ese daño sería irreparable. Así que ten cuidado. Un beso; Ana “
Para
la noche
de Todos
los Santos:
“Martes
2
de
noviembre
de
2010
Para
Escorpio
del
78
Hola
Escorpio;
Primero
pedirte
perdón
por
la
tardanza
pero
la
madrugada
del
1
de
noviembre
es
muy
importante
para
nosotras.
Hay
que
preparar
muchas
cosas
con
antelación
para
esa
noche.
Ayer
tuve
un
ratito
y
estuve
en
trance
para
ver
si
podía
solucionarte
algo.
En
principio
veo
que
estás
intentando
volar
demasiado
alto.
Veo
que
existen
muros
con
los
que
te
topas
y
no
encuentras
agujeros
por
dónde
escapar.
Estás
intentando
forjar
un
sueño
pero
está
muy
lejos
todavía.
Tendrán
que
tener
mucha
paciencia
porque
las
cosas
van
a
ir
muy
lentas.
Por
la
parte
sentimental
te
puedo
decir
que
no
tienes
ningún
problema,
sólo
los
lógicos
de
una
relación
de
pareja.
Veo
que
existe
mucho
amor
entre
vosotros
y
que
aunque
a
veces
no
se
dan
cuenta
es
lo
que
más
tienen
que
valorar.
Aprovecha
esta
navidad
para
hacer
algo
especial,
se
que
tendrán
muchos
compromisos
con
la
familia,
amigos,
etc...
Pero
planificar
un
día
para
vosotros
y
hacer
una
cena
especial
para
vosotros.
Un
beso,
Ana.”
“Miércoles
3
de
noviembre
de
2010
Para
traer
dinero
a
casa
tienen
que
hacer
el
siguiente
ritual:
Coged
una
moneda,
no
importa
su
valor,
puede
ser
incluso
10
céntimos.
Dentro,
en
un
vaso
con
agua
y
unas
gotas
de
vino.
Pon
una
batata
pequeña
dentro
y
esperad
a
que
salgan
los
brotes.
Cuando
haya
crecido
algo
unos
20
centímetros
saca
la
moneda
y
guárdala
en
algún
lugar
especial
para
ti.
Te
traerá
suerte
en
lo
económico.
Un
beso
y
que
la
fortuna
llegue
pronto.”
No
había ningún
mensaje para
ella y
así que
salió de
la alcoba
de la
niña. Jorge
se había
ido. Fue
a la
cocina, preparó
café y
cogió un
bollo. Nuevamente
en el
cuarto de
Eva. En
el blog
había una
nueva entrada.
- ¡Es para mi!– Ahogó el grito que le salió por la grata sorpresa y leyó.
“Lunes
15
de
noviembre
de
2010
Querida
amiga
Virgo
del
78.
Veo
que
tienes
problemas
económicos
pero,
buenas
noticias,
no
durarán
mucho.
Tu
marido
encontrará
trabajo.
Lo
va
a
encontrar,
estoy
segura.
Esto
hará
que
mejore
tu
situación
económica.
He
visto
que
te
gustaría
realizar
un
viaje
donde
se
van
a
divertir.
Como
unas
vacaciones
cortas
o
algo
así.
Eso,
no
lo
veo.
No
estás
en
situación
de
hacerlo,
por
ahora.
La
relación
con
tu
marido
va
a
mejorar
mucho.
He
visto
que
tienen
un
problema
de
salud
en
tu
casa
que
le
cuesta
solventar
y
eso
durará
todavía.
Un
beso,
Ana.”
Aunque
no le
dijo nada
que no
supiera, sintió
alivio. Alegre,
feliz y
llena de
esperanza. Entró
en Facebook
y le
dejó un
mensaje:
“-
Gracias
Ana
por
las
noticias.
La
verdad
es
que
estoy
muy
sorprendida.
Has
acertado
en
todo.
Mi
marido
lleva
mucho
tiempo
sin
trabajo
y
no
deja
de
fumar.
Cada
vez
tiene
una
tos
peor.
Desde
hace
tiempo
he
pensado
en
irme
al
sur
a
un
hotel
de
vacaciones
o
algo
así
pero
no
he
podido
por
el
dinero.
Si
Jorge
consigue
el
trabajo
intentaré
irme
dentro
de
unos
meses.
Otra
vez
mil
gracias
amiga.”
Sonaron
las llaves
en la
puerta. Entró
Jorge. Estaba
afeitado. Lo
miró de
otro modo.
Era un
cambio, estaba
de buen
ver y
pareció que
era otro.
- ¿Que ocurre?Preguntó sorprendido al ver la cara de felicidad de su esposa.
- Siento que las cosas van a ir mejor. Que vamos a mejorar en todo.
- Me alegro.
- ¿Damos un paseo? La mañana está soleada, podemos ir a Triana y ver los escaparates como hacíamos antes.
- ¿Ahora? ¡Acabo de llegar!
- Venga.Le hizo una carantoña.
- Bueno. También hay que ir a buscar a Eva.
Dijo
Jorge con
resignación por
las pocas ganas de salir otra vez.
- ¿Comemos fuera?
- ¿Con qué dinero?
- Un día es un día. Me voy a duchar.
Se
quitó unos
años con
el maquillaje,
se sintió
guapa. Volvieron
las ganas
de ser
encantadora.
Incluso le
gustaron las
canas que
mostraba el
espejo porque
le daban
un toque
señorial. Se
puso unos
zapatos de
tacón alto,
los ajustados
vaqueros que
tanto le
gustaban a
Jorge y
una camiseta
blanca escotada.
Pasearon por
la mañana
soleada y
sentía como
si fuera
otra.
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