Sin nombre lo buscas.
En sueños te raptará.
De la locura de Poe,
que entra como el cuervo.
Y te dice "nunca más".
De los ángeles celosos,
captores de Anabel Lee.
Sonarán sus tambores
y creerás morir.
Son ritmos caóticos,
de paroxismo frente al mar.
Y cuando suenen más fuertes,
detén el tiempo.
Porque los amores volátiles,
que se mueren al alba,
sus recuerdos duran,
la eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario