lunes, 18 de noviembre de 2013

Sin nombre lo buscas.

Sin nombre lo buscas.
En sueños te raptará.
De la locura de Poe,

que entra como el cuervo. 
Y te dice "nunca más".
De los ángeles celosos, 
captores de Anabel Lee.
Sonarán sus tambores 
y creerás morir.
Son ritmos caóticos,
de paroxismo frente al mar.
Y cuando suenen más fuertes,
detén el tiempo.
Porque los amores volátiles,
que se mueren al alba,
sus recuerdos duran, 
la eternidad.


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